Esta semana, el día 23 de Abril, se celebra el Día del Libro y con motivo de esta festividad he querido dedicar este post a los momentos de lectura que pasamos con los más pequeños de la casa, a los cuentos que les contamos, los valores que les enseñamos y la forma de expresarles las maravillosas historias que están escritas en los libros.
Hace unas semanas os dejaba un post donde os recomendaba los 10 libros imprescindibles en la infancia, ya fuese por los valores que transmitían, sus historias o sus magníficas ilustraciones, podéis verlo en este enlace. Además, os subí otro post dedicada a la literatura inglesa, donde podéis encontrar otros 10 libros sencillos y entretenidos para el primer contacto con el inglés en estas primeras edades, también podéis verlo en este enlace.
Sin embargo, el post de hoy va dedicado a los papás, mamás, maestros, maestras o cualquier persona que tenga cerca un niño y quiera convertirse en un gran contador de historias y cuentos. Desde la práctica y la puesta en marcha infinidad de veces de la lectura de cuentos, he descubierto estos TIPS que ayudan a mantener la atención del niño, le motivan a participar en la historia, le facilitan el entendimiento del cuento y además le hacen involucrarse y sentir aquello que le estamos contando.
TIP 1: BUSCAR EL LUGAR ADECUADO Y EL MOMENTO PERFECTO
Todas las actividades del día a día del niño tienen un lugar y un momento adecuados y el niño debe identificarlos como tal para poder incluir esos tiempos en su rutina diaria. Debe de saber cuál es el momento del cuento con papá y mamá, al igual que la hora de la cena, el baño o la tarea.
No obstante, debemos ser flexibles, no todos los días les apetecerá leer el cuento, ni todos los días tendrán el mismo interés en escuchar, por ello, la lectura nunca debe ser una obligación, sino más bien una hábito que les produzca placer.
Es adecuado además que tengamos un espacio dedicado a la lectura, un rincón o la propia cama antes de dormir pero que siempre tengan los libros a su alcance para disponer de ellos siempre que quieran.
TIP 2: NO TENGAS PRISA POR ACABAR
Si hemos decidido que la hora diaria que dedicamos a la lectura del cuento es antes de irnos a dormir, debemos calcular que tardaremos unos 30 minutos aproximadamente y por ello debemos de comenzar a establecer la rutina de manera que aún sumándole esos 30 minutos los niños sigan yendo a la cama a la hora adecuada.
Con este tip lo que quiero deciros es que no por acostarle antes debemos contar el cuento a carreras, sin dejar que el niño intervenga o sin acabar la historia. El momento que decidamos para la lectura debe ser un momento de paz y tranquilidad para ellos y para nosotros y como tal, debe de disfrutarse.
TIP 3: NO LEAS, INTERPRETA EL CUENTO
En muchas ocasiones lo que hace que un cuento se convierta en aburrido y tedioso es su lectura literal y su no interpretación. Estamos acostumbrados a leer para nosotros mismos, haciendo una lectura lineal, sin entonación y rápida, pero debemos de comprender que los niños necesitan un énfasis diferente para comprender a la perfección aquello que les estamos contando.
Como maestra, he podido comprobar que cuando dejas a un lado el texto e interpretas las palabras, inventas algún trozo, les miras a los ojos al contar la historia y cambias los tonos de voz según los personajes y los estados de ánimo de cada uno, los niños no pueden parar de prestar atención y de sorprenderse a cada palabra que les estás contando.
Mi consejo es dejar que el niño que llevas dentro vuelva por unos minutos, que te creas el cuento mientras se lo cuentas y verás que ellos se creerán todo lo que están escuchando.
TIP 4: ELIGE HISTORIAS CORTAS CON ILUSTRACIONES LLAMATIVAS
Sobre todo en las primeras edades, cuando los niños no tienen su lenguaje comprensivo desarrollado al 100%, es bueno que los cuentos contengan ilustraciones llamativas, con colores vivos y con dibujos grandes, ya que de esta forma, todo aquel lenguaje verbal que no conozcan, puedan deducirlo por las imágenes.
Además, teniendo en cuenta el periodo de concentración de los niños más pequeños, que no supera nunca los 10 minutos, debemos de elegir historias cortas y concisas para que siempre puedan conocer el inicio, el desarrollo y el desenlace o final.
TIP 5: PERMITE LA INTERACCIÓN CON EL CUENTO
Como maestra esta es una de las partes que más me gusta de leer un cuento a los niños, siempre están dispuestos a participar y si no se lo permitas estarán interrumpiendo la lectura constantemente para manifestar sus dudas, sus anotaciones o sus chascarrillos.
Debemos hacer preguntas sobre deducciones para que así desarrollen su imaginación, por ejemplo: «¿Qué creéis que le va a pasar al elefante blanco?»; preguntas para mantener su atención: «¿Os acordáis quién le dio las flores a la vaquita?»; y preguntas para comprobar que lo están entendiendo: «¿entonces por qué se han enfadado los dos niños?».
Al fin y al cabo, los niños deben sentirse protagonistas de la historia y debemos involucrarles al máximo para que cada experiencia de lectura sea beneficiosa.
TIP 6: MANTÉN SUS HISTORIAS FAVORITAS SIEMPRE
Dentro de la variedad que tengamos en casa de cuentos infantiles debemos dejar al niño que escoja él su cuento para irse a dormir, para un rato entretenido o simplemente para pasar un tiempo divertido con quien se lo cuente. De esta manera conoceremos sus preferencias, sus historias favoritas y sobre todo sus estados de ánimo según su elección.
En este apartado, podemos encontrarnos con que el niño siempre elija el mismo cuento. En este caso, debemos mantener sus historias favoritas en rotación y dejar que vuelva a escuchar ese cuento, ya que científicamente se ha demostrado que ayudará al niño a mejorar su capacidad de recordar y de retener palabras.
Además, conocer las historias les aporta seguridad, les permite jugar creando finales alternativos o incluso intervenir mientras tú le cuentas el cuento, aportando nuevo vocabulario que recuerda de otras veces o haciendo anotaciones.
Por todo esto, saca partido de estas ventajas.
Por supuesto, os dejo por aquí la lectura de uno de mis cuentos preferidos para la primera infancia, ¡disfrutadlo!