Cuando hablamos del lenguaje nos referimos a la habilidad que nos permite almacenar en nuestra cabeza gran cantidad de ideas, conceptos, sonidos y significados desde el momento de nuestro nacimiento, y por ende nos ayuda a comprender lo que viene del exterior y a expresar aquello que queremos decir.
Por ello, distinguimos entre un lenguaje expresivo (habilidad de expresar y comunicar ideas) y un lenguaje comprensivo (habilidad de escuchar, entender y añadir nuevas ideas). Ambos lenguaje deben estimularse y trabajarse en los más pequeños para que mejoren sus habilidades sociales.
Hay actividades que nos permitirán trabajar con ellos a partir del año de edad y nos ayudarán a estimular el lenguaje, que en esos momentos será muy primitivo. Todas las actividades que te presento a continuación trabajarán el lenguaje comprensivo, que posteriormente le ayudará a afianzar el expresivo, y así poder comunicarse. Te animo a que las pongas en práctica, conseguirás resultados asegurados.
LEER CUENTOS CORTOS
Deben de ser cuentos cortos con imágenes donde se represente aquello que le estamos contando, de esta forma podrá relacionar lo que nos escucha con las imágenes y así comprender el significado de las palabras.
Además a la hora de trabajar con cuentos podemos también hacerles preguntas del tipo: «¿Dónde está el gato Pipo que se cayó?» ó si ya puede crear sus propias oraciones preguntas como: «¿Qué le ha pasado al gato Pipo?»
De esta manera trabajaremos el lenguaje comprensivo mientras le leemos el cuento, para pasar al expresivo cuando le preguntamos o él mismo nos hable sobre la historia.
CANTAR CANCIONES REPETITIVAS
A los niños les encantan los sonidos repetitivos, ya que son fáciles de memorizar y reproducir. Este tipo de canciones además ayudará a tu bebé a estimular su memoria auditiva, a aprender nuevas palabras que escuche y a coordinar el lenguaje con el movimiento, ya que es un ejercicio completo si mientras cantamos lo acompañamos de saltos, palmadas, giros, etc.
En un primer momento comenzará a repetir las palabras que tengan el golpe de voz más fuerte, ya que son las de menor dificultad de entender, para acabar cantando la canción entera sin problema.
SEÑALAR Y NOMBRAR OBJETOS
En estas primeras edades donde los niños comienzan a descubrir el mundo que tienen a su alrededor, es un ejercicio importante el de ayudar con palabras el ir conociendo los objetos de su día a día. De esta manera ellos podrán empezar a darles nombre y a expresar con sus propia voz esas palabras.
No hace falta pararse para hacer estos ejercicios sino que es bueno que aproveches las horas cotidianas donde tengas establecida una rutina cada día, la hora del baño, el desayuno, la cena, etc. Simplemente señala el objeto cuando digas: «coge el cepillo de dientes para limpiar los dientes después de la comida», de esta forma estamos dándole un nombre al objeto y una función.
Además, si queremos saber qué vocabulario tienen ya adquirido, con el uso de flashcards podemos trabajarlo. Le pedimos que señale X objetos y de esta manera veremos si sabe qué son.
IMITAR SONIDOS ONOMATOPÉYICOS
Este es uno de los ejercicios que más se suelen utilizar en las primeras edades, sobre todo cuando nuestro bebé no sabe nombrar ciertos animales o medios de transporte y los nombra con sus sonidos: «el guau guau», para referirse al perro; «el chuchuchuuuu», para referirse al tren; etc.
Es bueno que al principio nosotros usemos estos sonidos ya que las palabras son muy difíciles de reproducir en su lenguaje primitivo y de recordar, pero también es conveniente que, a medida que crezca, los adultos comencemos a decirle el nombre común de los objetos, para que se familiarice con ellos y pueda nombrarlos de manera correcta.
HACER FRASES CORTAS Y UTILIZAR UN LENGUAJE PAUSADO
En las primeras fases del lenguaje es conveniente hablarles pausado y utilizando frases cortas donde el mensaje sea claro y conciso. Si le damos demasiadas explicaciones e introducimos muchos conceptos a la vez, el niño no comprenderá nada de lo que le decimos y por tanto no llegará expresarse.
Es conveniente no utilizar diminutivos siempre «cochecito», «carrito», «gatito»…., no utilizar un lenguaje de bebés para hablar con ellos ya que su lenguaje debe ir progresando, y por supuesto no es conveniente reirse de aquellas palabras que dicen mal, ya que de esa manera no aprenderá su correcta pronunciación.
IMITAR GESTOS CON LA CARA
Cuando el niño no ha sido capaz de desarrollar su lenguaje por falta de estimulación o capacidad, es bueno que le ayudemos a fortalecer todos los músculos de la cara, así como la lengua, los labios, etc., para realizar este ejercicio es bueno tener un espejo delante o hacerlo nosotros enfrente del niño, para ser su modelo.
Lo único que debemos de hacer es imitar caras, muecas y esperar a que él las haga, posteriormente imitaremos sonidos onomatopéyicos, ruidos, etc., para que pueda expresarlos él también.
QUITAR EL CHUPETE
Muchos niños a estas edades suelen pasar horas enganchados al chupete, ya sea para poder calmarse, dormir, o estar más tranquilos. No obstante tiene sus inconvenientes, y es que cuando el niño comienza a decir sus primeras palabras es importante que pueda expresarse con claridad y nada ni nadie pueda impedirle hablar.
Por este motivo, es muy recomendable que tenga la boca despejada para que se sienta preparado para expresarse, así como también es importante nunca cortarle mientras habla o pedirle que calle.