Los niños necesitan una rutina para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente. El establecimiento de horarios pautados hace que ellos sepan qué paso sigue al otro y esto ayudará a darles autonomía, constancia, tranquilidad y además les proporcionará un equilibrio en su día a día.
¿Debemos seguir rutinas tan establecidas como en la escuela? Bien, esta es la duda de muchos padres, ¿debemos en fin de semana darles también actividades marcadas en horario fijo?
No se trata de dar actividades marcadas, sino de darles a conocer a los niños la posibilidad de hacer variedad de cosas pero en tiempos determinados. Por ejemplo, si todos los fines de semana debe levantarse, desayunar, lavarse los dientes, hacer los deberes…, ya estamos trabajando la rutina, pero debemos ser constantes, para que él cuando llegue ese día sepa qué cosas tocan, y sobre todo explicárselo de antemano, para que él lo entienda y lo interiorice.
No se trata de quitar horas de juego, sino de saber que su rutina puede seguir un orden, por ejemplo:
- Me levanto
- Hora de desayuno y ayudo a recoger
- Lavo los dientes y me visto
- Hago ejercicios/repaso/juegos educativos con papá y mamá/solo
- Juego libre
- Hora de comer
- Siesta y película
- Parque/Juegos en casa
- Hora del baño y cenar
- Lavo los dientes, me pongo el pijama y a dormir
Es un ejemplo de rutina sencilla, pero que ayudará a crear un ambiente familiar tranquilo, todos se organizarán mejor, el niño repite rituales que le permitirán ir conociendo su mundo, esto le dará tranquilidad, seguridad en sí mismo y paz.
Os dejo por aquí ejemplos de rutinas sencillas del cole que podemos adaptar a casa. Es importante que los niños puedan ver esa rutina, un cartel, unas fotos colocadas en orden, para que ellos puedan hacerse una idea de lo que tienen que hacer.
Otra idea es que cada mañana sean ellos los que coloquen las imágenes de las acciones en el orden que van a seguir ese día, de esa forma el niño se verá involucrado en el proceso y obligado a cumplirlo.